Tenemos un burdo intento de crítica social a los valores políticos americanos de fondo, que en una película de timbas clandestinas y asesinos a sueldo... Desentona más que un plato de callos en un chino. Los discursos originales tomados de cuando Obama se presentó a la presidencia (son los originales cortados tal cual) sobran bastante y dejan una atmósfera de pretenciosidad en el film que lo lastra de principio a fin.
¿Qué nos ofrece entonces "Mátalos suavemente"? Planos molones de un Brad Pitt que suda flow y que no cambia de tono de hablar en toda la película, hace de frío y letal hijo de puta. Planos de un Gandolfini especialmente gordo y borracho. Y conversaciones secas y repetitvas a lo largo de todo el metraje. Es cierto que hay buenas escenas, como el asalto a la timba del inicio, que transmite la tensión de forma magistral, pero esta es una de esas películas en las que te quedas esperando a que pase algo todo el rato... Esperas, esperas, sigues esperando... Y Pitt suelta un discurso forzado en la barra de un bar que recuerda al de la cafetería de "Reservoir Dogs" para dar paso a los créditos. Película perfecta para terminar de pillar el sueño si se presenta una noche de insomnio supino (fue mi caso).
Valoración final -> Sólo apta para personas que hayan leído la novela y sientan curiosidad (no es mi caso) o forofos de Brad Pitt que quieran verle engominado y con tatuajes (culpable), porque la verdad es que no deja de hacerle sombra al resto del reparto, que sale bastante menos. Lo positivo de la película es que dura hora y media escasa, y que se ve fácilmente del tirón, eso sí... No esperes mucho.
