|
¡Las avispas se me comen las uvas! |
"Tengo una idea para una novela cojonuda. No, en serio, es tan buena que en mi cabeza incluso imagino el tipo de planos que podrían usarse para la adaptación a la gran pantalla. Me entretengo pensando en los actores que compondrían el elenco. Yendo un paso más allá, tengo pensado su formato como trilogía, e incluso las últimas líneas de la historia. Debido a mi gusto por los cómics tengo en mi mente lo que podría ser su portada, e incluso una versión a cómic de la historia original. Las películas tendrían buena acogida, serían traducidas a varios idiomas, aunque quizás lo que mejor adaptaría la historia sería una serie de televisión. Pero claro, tendría que hacerla la HBO, que da más libertad a la hora de adaptar historias adultas. ¿Cómo? ¿Que cuánto llevo de mi historia? No, no la he empezado, es que tengo que hacer tantas cosas... Si tan solo tuviera el tiempo."
"En efecto, me sobran unos kilos, tendría que ponerme a hacer dieta mañana mismo: hoy no me va bien, porque tenía ya en la nevera unas latas de Coca-Cola frías, y no voy a tirarlas. Si salgo a correr a menudo reduciré el peso, pero es muy lesivo para las rodillas, es mejor caminar que tiene menor impacto sobre las articulaciones, pero claro, no voy a estarme tres horas al día paseando, además, hace mucho calor en la calle, mejor empiezo a hacer ejercicio cuando venga el frío, aunque luego anochece muy temprano y hace demasiado, además, con las comidas de navidad a la vuelta de la esquina, no es un buen momento para hacer bien las cosas... Lo mejor es dejarlo para Enero, empezar el año con buen pie, aunque después de las vacaciones de Navidad, es complicado volver a la rutina... Si tan solo tuviera el tiempo."
La percepción del tiempo es algo curioso, debido al ritmo de nuestras vidas, tendemos a estabilizarnos en algún punto, nos volvemos cómodos y empezamos a quejarnos de todo lo que nos rodea que se mueve en una dirección que a nosotros nos gustaría seguir. Por ejemplo, cada vez que me entero de que el Youtuber de turno ha publicado un libro que se vende a miles, o que algún personaje de la salsa rosa hace lo propio, me enervo, algo en mi interior se rompe en muchos trozos pequeños, me enfado de verdad, me pongo de muy mala hostia. Pero, ¿y entonces...? ¿Acaso he terminado yo de escribir una novela como para poder sentirme así? Debería joderle a las personas que han dedicado muchas horas a escribir su propia historia y luego las pasan canutas para intentar ganarse un pequeño y humilde espacio en el complicado mundillo editorial. Ellos pueden. Yo no.
Puede parecer una tontería, pero esto es algo de lo que me he dado cuenta en el viaje: el ser humano es por definición especialista en hundir a los demás, si alguien te dice que con una servilleta de papel va a hacer una rana que salte, tú le dirás que con esa misma hoja de papel tú harías un palacete con mirador en lo alto. Vale, pero, ¿y por qué no lo haces? Cuando le decía a la gente que me iba de viaje "a lo mochilero por Europa" había bastantes personas que soltaban cosas del estilo de: "yo me lo haría por Latinoamérica", "yo me recorrería todos los estados norteamericanos en moto" o "me haría un tour por el sudeste asiático". Siendo fríos, ¿cuántas de esas personas crees que harán esas cosas que te han dicho para hundirte? Ya te lo digo yo... ¡NINGUNA! ¿Y por qué? Porque no encontrarán el tiempo, tan sencillo como eso.
No te engañes, el tiempo lo haces tú mismo: ya sea renunciando a la siesta, dejando de lado las redes sociales o madrugando más. Estamos acostumbrados a posponerlo todo, hasta el extremo de que se nos pasará la vida, y no habremos hecho nada de lo planeado. Si ahora no llevas a cabo el viaje que me sueltas como una bofetada en la cara, ¿crees que lo harás con 60 años, cuando dispongas del tiempo? No, habrás tenido una aburrida vida estable, fantaseando sobre las cosas que harás en el futuro y lo que es peor, desanimando a quien sí quiere hacerlas. Así que, en serio, la próxima vez que alguien se te acerque ilusionado con una idea, recuerda que: si no tienes nada bueno que decir, quizás lo mejor sea callar.
Y yendo un paso más allá, ¿te sientes feliz? ¿Crees que te falta algo? ¿Quizás deberías mejorar tu condición física? ¿O tienes un proyecto que te quita el sueño pero en el que no terminas de centrarte? ¿Sabes lo que quieres pero te falta motivación para ponerte a ello? ¿Miedo a fallar o a perder el tiempo? La vida no puede únicamente consistir en despertarse para ir al trabajo, sobrevivir a este y volver a casa. Ponte a hacer aquello a lo que llevas tiempo dando vueltas en la cabeza, déjate de excusas, el mejor momento no es mañana, tampoco en una semana, si quieres hacer algo, el mejor momento para empezar es AHORA MISMO. ¿Acaso no te cepillas los dientes? Dudo que te pases horas dándole vueltas al hecho de dirigir tus pasos hasta el cuarto de baño y cepillarte los dientes. Simplemente lo haces, ¿no es así?
Yo soy un puto vago, no dejo de romperme los cojones entorno al hecho de la escritura, me gusta lo suficiente como para ser capaz de dedicarle horas pero, claro, entre una cosa y otra, no encuentro el tiempo, hasta que derroto a la pereza, al miedo y a la comodidad de decir que todo es muy complicado, que a nadie va a importarle un comino lo que escriba... Ese es el punto, el momento en el que consigo sentarme y escribir. No pienso sobre hacerlo, no busco el mejor momento, simplemente me siento y escribo, porque las acciones no se meditan y se posponen, se realizan. Tengo muchas historias en mi cabeza que pugnan por salir, pero, ya sabéis... Si tan solo tuviera el tiempo...
Pero aún sin ganas, me siento ante el teclado, y no escribo nada sobre mi novela, pero hago esta entrada, algo es algo, ¿no? ;)