Ciudades de papel es para mariconas

   Así es, haciendo uso del día del espectador me desplacé con mi pareja a las salas de cine a ver "Ciudades de papel", marrón indisoluble que adapta una novela de John Green, como ya hiciera la otra taquillera "Bajo la misma estrella". ¿Qué podemos esperar? Una película con una historia de adolescentes, PARA adolescentes, la historia no es tan adulta como las de, por ejemplo, Susan E. Hinton, que es capaz de escribir con cuatro veces más masculinidad que el tipo este, ni tiene el aura de película de culto que sí que tiene "Altar Boys", no, la película es un producto totalmente pensado para adolescentes, en el que finalmente, hasta mi pareja hubo de reconocer que se aburría. Si tienes una edad comprendida entre los 11 y los 16 años puedo comprender que no sólo te guste, sino que te entusiasme. Probablemente tu inmadura capacidad de crítica te hace pensar que jamás se ha creado nada mejor que esto, hazte un favor, disfruta de la película en silencio y espera a madurar un poco para disfrutar de cosas más adultas, no vayas gritando a los cuatro vientos que es lo mejor que va a hacerse en este año (y lo digo sin saber qué otras películas están por salir en lo que queda de este).

   No todo es horrible, la película al menos puede verse del tirón sin más de un par de vistazos al móvil (que denotan un desarrollo que se estanca sobremanera). Cuenta con las típicas cuatro “gracietas” de este tipo de film que debo reconocer, te harán reír en un par de ocasiones. Más allá de eso tenemos a un personaje protagonista muy poco carismático, y a un grupo de amigos que están por estar (atención a las chicas integrantes del grupo, que están más de relleno que yo en la sala de cine viendo esto). Lo que más gracia me hace es la actriz principal, que cuenta con una cuenta gigante en Instagram, y que con este, ha dado su salto a la coprotagonización de un film de la gran pantalla: hablo de Clara Delevingne. Moriré antes de ser capaz de entender el hype que hay con esta mujer en las redes sociales, cuando cuenta con unos rasgos faciales lo suficientemente masculinos como para haber sido el chico de la película (de hecho tiene más agallas que este).

   En definitiva, que no es más que otra historia adolescente que gustará a los pre púberes con brillantes caras surcadas de espinillas. Si una chica a la que intentas ligarte te dice que esta es su película favorita, dispárale en las rodillas, corre y no mires atrás.

Tan femenina como un obrero cargando 15 kilos de yeso.

Nota Extra: Fui el día del espectador, y menos mal que así fue, a la paupérrime e inestable economía actual que poseo le habría dolido especialmente la compra de una entrada cualquier otro día. Recordad, actualmente soy un jodido nini.

Nota Extra (II): Las razones para ir a verla fueron dos muy diferenciadas. En primer lugar, uno de mis mejores amigos me recomendó ir a verla, trataba sobre viajes a lo loco, y me dijo que después del que efectué yo por Europa me ganaría el corazón. Yo sigo pensando que mi colega apuntó demasiado alto, lo que se ganó la película fue el contenido de mis intestinos. En segundo lugar fui debido al preocupante e incipiente lesbianismo que desarrolla mi novia, está enamorada de Clara DeLaViña (que es casi tan masculina como los pelos que oscurecen mi pecho).

¡Sssssh! ¡He venido a por tu culo, marica!

Nota Extra (III): Durante el pasaje de este espectáculo audiovisual y diarreico, tuvimos la suerte de contar con un grupo de quinceañeras adolescentes en la fila de atrás que coreaban todo lo que pasaba. Se retiraron de la sala muy enfadadas por el final, que es sin duda, lo mejor que tiene el film.

Por cierto, al final chico-encuentra-chica y terminan por no hacer nada de nada, cada uno sigue su puta vida de mierda. ¡¡¡SPOILER y tal!!!