Me han regalado esta máscara hoy :'D |
Hace menos de un mes fue mi cumpleaños, otro año más de vida, mismo objetivo al final del camino. ¿Me he acercado algo más esta vez? Bueno... He dado algún nuevo paso de forma vacilante hacia la meta, pero nada serio. No, no he terminado una novela "todavía" (sé que algún día lo conseguiré, me reconforta pensarlo al menos). Tengo 24 años, me gustan las letras, he estudiado y trabajo de informático, es el camino que he escogido y no me siento mal con él, dejemos las letras como hobby, pero desarrollémoslas algo más, a ser posible... En cualquier caso, y haciendo números, este ha sido probablemente el año más fructífero en cuanto a escritura se dice de toda mi vida: 3 relatos (que suman 14.406 palabras entre sí, unas 33 páginas), dos capítulos de una novela ácidamente loca que tengo intención de continuar cuando recupere algo de bilis, y una especie de novela-crónica sobre el viaje de mi Verano "a lo mochilero por Europa", del que tengo escritas 39.620 palabras, unas 100 páginas. Pero si en algo reside la gracia de la entrada que os traigo, es en los microrrelatos (de los que escribí nueve), oh sí, los pequeños, agradables, amigables y peligrosos microrrelatos.
¿Sois conscientes del negocio que hay montado sobre los microrrelatos? Hay gente capaz de sacarse una pasta con ello, y de buena manera, mensualmente hay gran cantidad de certámenes con cuantiosos premios económicos en nuestro idioma, no quiero ni imaginarme en inglés. Es cierto que se presenta mucha más gente, pero no puede negarse que es más sencillo apuntarse a un concurso en el que el escrito no debe sobrepasar las cinco líneas, que los concursos en los que tener que enviar una novela de 600 páginas por correo, en dos copias y pagado de tu bolsillo. No digo que el microrrelato sea un género menor (que lo es), pero debe reconocerse que su elaboración es mucho más rápida y sencilla, eso no puede negarse. Hay quien los recomienda para "coger el hábito de acabar cosas", pero al igual que con los relatos... NO FUNCIONA. Si quieres aprender a acabar novelas, acaba novelas, no hay más. Escribe mucho, intenta que apeste poco, y acábalo. Luego repite, hay poca más ciencia detrás. Acotando al tema de interés (que llevo mucho tiempo sin escribir por aquí y me voy por las ramas), hace cosa de un mes me llegó un correo que no esperaba para nada, directo a la bandeja de mi correo personal, encontrándome yo empanado en horas de trabajo: "Resultados del concurso de microrrelatos "Erotismo en estado puro".
Pegué un brinco en el sitio, la mañana se estaba desarrollando de forma totalmente tranquila, este correo rajó la armonía del tedio diario de arriba abajo, no entendía nada, ¿cuándo me había presentado a ese concurso? Revisando mis correos enviados, pude ver que, en efecto, hacía MESES había enviado un microrrelato al concurso, a horas intempestivas de la madrugada, en lo que yo llamo "el mal del escritor" (o del wanna-be writer, mejor dicho), que consiste en tirarse a las vías y una oscura y extraña noche de insomnio, presentarse a concursos de los que no tendrás recuerdo, como fue el caso. El correo decía lo siguiente:
Su obra ha sido elegida en el I Concurso de Microrrelatos eróticos de la web DSS “Erotismo en estado puro" y formará parte de la antología que llevará el mismo nombre.
(...)Para esta ocasión han sido seleccionados alrededor de 650 microrrelatos de los más de 1.400 presentados a concurso. La tirada para esta antología será de 250 ejemplares, por lo que recomendamos que, quien quiera hacerse con algún ejemplar, lo haga lo antes posible.Así es, mi microrrelato (de poca calidad), había salido seleccionado junto a otros 649, de entre un total de 1400, o sea, de entre la mitad el mío fue seleccionado. ¿Qué nos dice esto? Varias cosas... La primera es el hecho de que si tú, lector, te hubieras presentado, probablemente también habrías salido publicado: si de 1400 seleccionaron a la mitad, y suponiendo que de la mitad mala, la mitad de estos fueran horribles, mal escritos y llenos de faltas de ortografía y estilo o no cumplían con las bases, nos quedamos con otra mitad de no publicados que simplemente serían malos. Por lo que no, no vale de mucho haber sido uno de los seleccionados. La tirada de 250 ejemplares fue autopublicada y única, a coste de cada uno por supuesto, y que yo decidí no adquirir por razones obvias, en el futuro tengo intención de autopublicarme y comprarme así un ejemplar a mí mismo, de forma que pueda darle el coñazo a visitas y amigos mostrando el susodicho en el estante.
Soy una putilla literaria, escribo guarrerías que salen en antologías eróticas. |
He salido publicado, bueno, autopublicado realmente, en un concurso de microrrelato erótico que no recordaba y del que no he comprado un ejemplar. En dicho ejemplar aparece mi nombre de pila y las palabras que
Como te dije en su dia, para abrir camino debes empezar asi con cosas pequeñas. Y no estoy de acuerdo, el microrelato ayuda a sintetizar, algo de lo que adolecemos a veces la gente y nos vamos por los cerros de Úbeda.
ResponderEliminarConsidera la selección como algo positivo a tu favor,y piensa que tienes mucho tiempo para mejorar así como para crear tus historias, pero eso no quiere decir que puedas hacer como yo, es decir vaguear en la escritura en modo salvaje, jajajajaja.....!!!
Felicidades por ser seleccionado, y ya podias poner por aqui el microrelato que enviaste cabronazo,jajajajajajajajaja.....!!!!!!
Discrepo, amigo Wilcox.
EliminarSalir a correr mucho te ayudará físicamente si juegas al fútbol, pero en cuanto te pasen el balón no sabrás si agacharte a cogerlo con las manos o darle una patada hacia cualquier dirección aleatoria.
Llegará el día en que empiece a publicar por aquí los intentos que presento a los concursos, no te preocupes :B
Un saludo!!
yo a veces si a veces no
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