jueves, 19 de marzo de 2015

Mi amigo el músico

   Recuerdo la educación secundaria obligatoria como una pérdida de tiempo bastante grande: perdí mucho el tiempo allí dentro, como dato a añadir, decir que repetí en dos ocasiones, fui muy mal estudiante en aquellos tiempos, nada me motivaba y sólo esperaba que el tiempo pasara sin más, ni metas, ni objetivos, ni nada de nada, mi vida giraba en torno a la esperanza de conocer a una chica con la que pasar las horas; a eso se reducía mi existencia. En cualquier caso, recuerdo con cariño el último curso: en una clase pequeña, sentado junto a un armario, tenía acceso a buena cantidad de novelas clásicas que acababa leyendo por no seguir la clase, me gusta pensar que gran parte de mi hábito lector se forjó en esa época (aunque viniera mi gusto por los libros de antes), donde conté con una profesora de Lengua y Literatura que se reía con mis redacciones (donde intentaba hacer notar un inconsciente y vago intento de realismo sucio, movimiento literario que desconocía por aquel entonces). Pero si hay una figura que recuerdo de aquellos tiempos, es a un compañero de clase al que le encantaba la música, al que cuando podía, iba a ver tocar a una Iglesia en la que rascaba acordes a una guitarra eléctrica, iba pese a mi agnosticismo. Una mezcla de carisma natural y buen rollo hicieron que el mencionado en cuestión me cayera especialmente bien, era un gran tipo, y tenía claro lo que quería hacer, dedicarse a la música. Yo tenía claro que quería estudiar algo relacionado con la informática, pero mis notas de mierda y mi imposibilidad para prestar atención en clase, hicieron que me decantara por la vía de los FP, la Universidad me quedaba grande. De aquella época mantengo trato o sé del devenir de varios compañeros. La mayoría no sabía qué estudiar o a qué dedicarse, hicieron Bachillerato, y terminaron dejando los estudios, escogiendo una carrera cualquiera que no les hace felices, o estudiando algo que en primera instancia no se les ocurriría. Opino que el músico y yo fuimos los que más claro lo tuvimos, nos hemos mantenido en lo que pensábamos en aquella época. En mi caso es hasta normal que lo tuviera tan claro, tenía dos años más que él. Lo suyo era devoción por la música, un verdadero artista, por ello le respeto tanto.

...
   Desde que termináramos la ESO hemos coincidido una media de un par de veces al año, pero en grupos grandes en los que nunca hemos podido hablar seriamente. Hace una semana, me dio por hablarle por el chat de una red social, pues más allá de "intercambiar likes" no teníamos relación, y sentía una gran curiosidad por saber qué había sido de él. Sabía que tocaba música jazz, pero nada más. Le propongo vernos un día que vaya a tocar, que yo me acerco a donde sea y le veo tocar en directo, al principio siento una pequeña barrera, probablemente por el hecho de que hace mucho tiempo que perdimos la relación, pero me apetece bastante verle, juego mis cartas, quedamos, me siento gay, pareciera que pretendo ligar con él, lo bueno es que a mi novia no le sorprenden estas cosas (es una santa). Quedamos para tomar algo antes de ir al local en le que se celebra la JAM a la que va a tocar (las JAMS parecen ser quedadas informales que se dan en garitos que abogan por la improvisación, generalmente de estilo jazz).

   Me cuenta que se metió a una disciplina de Bachillerato que apareció nueva al terminar nosotros y que se centraba en la música y en las artes escénicas, al terminar estuvo trabajando de camarero un año, pero apenas tenía tiempo para practicar, así que lo dejó, y desde entonces se conforma con un sueldo mucho más humilde, pero en un trabajo que le quita menos tiempo, en una empresa de limpieza. También me dice que fue a Londres para presentarse a una audición para entrar a una Universidad dedicada a la música, donde le rechazaron tras interpretar tres temas (de estilos diferentes); una vez de vuelta aquí, se metió en una academia donde sigue a día de hoy, una de las mejores de Madrid, que es bastante cara, pero que le está haciendo avanzar muy rápido. Mi amigo se centra en los instrumentos armónicos (a saber, guitarra eléctrica y piano). Después de escuchar un resumen de su trayectoria, no puedo evitar llevarle a mi terreno, tratar el tema que realmente me ha traído hasta aquí. Yo a este tipo le respeto mucho más de lo que él piensa, para mí es ahora mismo todo un ejemplo de artista, algo se remueve en mi interior cuando dice:
- Dejé el trabajo de camarero para tener más tiempo. Necesitaba tiempo para estudiar, y sobre todo para practicar con la guitarra. Si no tocas cuatro horas diarias, estás perdiendo el tiempo.
- ¿Tocas cuatro horas todos los días? - no me puedo creer lo que me dice.
- Los días que se dan bien, sí. Los más flojos le dedico un mínimo de dos horas, sin contar con las clases diarias, en las que suelo practicar otra hora más. - por el tono de su voz, y porque le conozco, sé que me lo dice totalmente en serio. Me parece increíble que alguien dedique tal cantidad de tiempo a algo cada día, sin duda este tío es un grande. Yo pretendo mejorar mi escritura y debo estar dedicándole esa cantidad de horas a la semana, lamentable.

   Decido dejarme de tonterías y seguir con una serie de preguntas certeras, de las que ansío saber su opinión, son el verdadero motivo de esta quedada, pero eso él no lo sabe:
- ¿Qué pasó cuando te dijeron en Londres que no te cogían? ¿Cómo es que no te rendiste? - uno de los peores enemigos de un artista es el propio artista, y la limitación que se autoimpone cuando no se cree capaz. Ese es uno de mis más grandes demonios a día de hoy.
- Pues, me jodió, no te voy a decir que no. Vuelves con el ánimo un poco por los suelos, pero entonces lo retomas con un poco de tranquilidad, nada sale a la primera. Sigues mejorando por el camino, esperando llegar a ser realmente bueno, a mí me sigue quedando mucho... - pregunto también sobre chicas, y me dice que en general pasa del tema, intentó con una hace no mucho, pero la chica le absorbía demasiado tiempo, y decidió cortar por lo sano antes de que la cosa fuer a mayores. El tío lo tiene claro.
- ¿Y si nunca consigues ser lo suficientemente bueno? ¿Entonces qué harás? ¿No tendrás la sensación de haber perdido el tiempo?
- Pues tendré que dedicarme a cualquier otra cosa, y limitar la música a un hobbie, pero a uno que nunca abandonaría. Y no, nunca pierdes el tiempo, cuando creas algo de cero, aunque no sea lo mejor del mundo, es algo que has creado TÚ solo, que es único. El haberlo hecho te dará experiencia, aprenderás a analizar tu estilo y a pulirlo. Mejorar en lo que puedas y seguir aprendiendo.
   Le hablo sobre mi gusto por la escritura, algo que cada vez más comparto en sociedad, le comento que tengo empezada una novela que me gustaría terminar este año, así como un relato que me lleva rondando la cabeza un mes. Sin pensárselo dos veces me pide que le cuente todo lo que pueda sobre ambos proyectos, muestra interés por los dos, cuando le hablo de la novela, que me parece de poco potencial, me dice, con sinceridad en la voz: "No está tan mal como dices... Joder, desde luego, ¡es algo que yo leería!". Le hablo de la cantidad de inseguridades que tengo a la hora de escribir, y él las espanta todas con un ademán de mano, como quien se deshace de una simple mosca. Le menciono que aunque haya períodos de mi vida en los que no escribo, al final, una idea, o un personaje determinado suele perseguirme y darme dolores de cabeza, como una mosca detrás de la oreja, buscan su momento de ser plasmados en papel; si he llegado a avanzar tanto en la novela (pese a no contentarme su desarrollo) es porque la mosca poseía ya unas dimensiones demasiado grandes como para seguir pasando de ella. Le menciono mi intención de presentar a concurso el relato que estoy escribiendo, le comento de qué va, le gusta la idea, me anima a que lo escriba y lo presente, a que lo acabe cuanto antes y lo revise, que me hará mejorar y coger confianza, la que necesito para continuar con la novela. Este tío es grande.

...
   Llegamos al local a eso de las 12 de la noche, ya hay gente tocando, la sala está oscura como boca de lobo, compuesta por mesas y mullidos sillones bajos, la atmósfera del local es especial, la gente va allí a escuchar música en vivo mientras toma algo, la gracia del espectáculo está en la improvisación. Aquí la gente no forma algarabío, la escasa luz elimina la posibilidad de ligar, el ambiente es distendido pero familiar, tranquilo, pero profesional. Si vas a tocar, la consumición te cuesta 4 euros, de no ser el caso, asciende a 6, teniendo en cuenta el ambiente y la música, no me duele pagar ese dinero por un refresco. Después de esperar una hora, mi amigo sube al escenario y toca la guitarra durante tres temas, yo no entiendo nada de música, siempre he tenido poca capacidad auditiva para analizar la música (además de falta de conocimientos en la materia), pero recuerdo perfectamente lo que tocaba este chico cuando iba a verle a la Iglesia, ha llovido mucho desde entonces, y los temas que ahora toca son tranquilos, pero hay especialmente uno, en el que brilla como una estrella, se marca un solo que me eriza los pelos del brazo, la gente le aplaude, como hacen al final de cada solo, a veces aplausos vacíos que buscan cumplir con lo establecido en los cánones de lo agradable, en este caso, totalmente justificados, mi amigo lo hace mejor de lo que pensaba, el cabrón ha mejorado mucho, no, ha mejorado de cojones. Cuando nos damos cuenta son las dos de la mañana y la posibilidad de volver en Metro, queda totalmente descartada, volvemos en autobús nocturno, y mientras tanto seguimos hablando. Una de las cosas que me choca es que me he dado cuenta de que el músico es un ser muy solitario, así como el escritor, me imagino a mi amigo viniendo a estos sitios en solitario, es más... Trabaja por las mañanas, a horas intempestivas, y aún así acude a estas quedadas nocturnas, en las que, si tiene suerte, puede subirse con gente profesional de mayor nivel a tocar algún tema, improvisar con ellos y aprender de todo esto... Para ello, mi amigo dedica horas de sueño que sufrirá especialmente al día siguiente, en el trabajo, además, le cuesta dinero desplazarse hasta el local, así como tomar una consumición, todo esto para no solo no ver un duro, sino no tener por seguro que pueda llegar a tocar algún tema. Me lo imagino solo, sentado, esperando un momento en el que unirse al grupo, con una bebida en la mesa y el estuche de su guitarra pegado a las piernas. Algo se encoge en mi interior, dudo que en palabras haya sido capaz de capturar lo que transmite este chico. Puede que nunca llegue a ser el músico que espera ser, pero podrá poner la mano en el fuego y asegurar que lo intentó todo, y que dedicó todo el tiempo que fue capaz de reunir. Respeto a este chico el doble que a las personas que tienen dos trabajos. Trabajar en dos sitios es MUY duro, y tienes que echarle huevos, especialmente porque serán "curros genéricos" que no te hagan especial ilusión. Lo de este chaval va un paso más allá, tiene claros sus sueños, y está dispuesto a luchar lo que sea por ellos, sin duda, me ha tocado la fibra.

...
   Antes de despedirnos comentamos lo de volver a quedar dentro de poco tiempo, lo hemos pasado realmente bien, y hemos conectado bastante, las conversaciones que hemos tenido durante la noche no son las que tienes normalmente con una persona cualquiera, han estado muy centradas en la creación de obras, muy intelectuales pero sin llegar a la pedantería, ambos vivimos con los pies en el suelo y somos humildes. Aunque me encuentro a años luz del punto donde se encuentra él, me considero a mi modo, un artista, o un intento de uno, para ser más específico, el haber hablado con él me ha llevado a darme cuenta de varias cosas. Y una de ellas es que quiero escribir de verdad, quiero escribir mucho y bien, así que pese a las horas que son, reviso y modifico las 3 páginas que llevo de relato, cuya extensión total será de 10 hojas. Hago eso y escribo esta entrada, para dejar plasmados estos sentimientos, voy a incluir la escritura como un hábito en mi vida, si soy capaz de leer todos los días sin falta, por qué no escribir, aunque sólo sea un poco. Al parecer ya he terminado mis estudios, me falta encontrar un trabajo y asentarme un poco en algún sitio, ya no tendré la presión de los exámenes, ni el tener que memorizar cosas, dispondré de más tiempo para escribir. Tengo las cosas más claras ahora. Tengo un amigo músico, Y vosotros... Vosotros tendréis un amigo escritor. Dadme tiempo y veréis.

4 comentarios:

  1. Uf hazme un resumen Kuma xddd nah es coña "luego" lo leo y comento xd

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  2. Kuma solo te dire que no estoy de acuerdo con algunas cosas que has dicho. Tu estilo ha sido bueno, pero en esta historia hubiera sido mejor no hacerla tan densa o hacerla un poco menos descriptiva, un poco más de abstracto ayuda mucho tanto al escritor como al lector, porque este ultimo rellenara los huecos con su imaginación.
    En lineas generales bien, pero lo dicho hay que saber cuando ser denso y cuando breve.

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    Respuestas
    1. Puedes ver la hora de publicación de la entrada al final de la misma: 4.54 de la mañana. Cuando digo que volví y me puse a escribir del tirón, es porque lo decía en serio, la ilusión del día me mantenía despierto y me obligó a escribir esta entrada, pero el sueño y el cansancio impedían que saliera algo "literario". Las entradas que escribo a modo personal serán siempre largas, porque me gusta que así sean, las opiniones sobre mi ocio: cine, libros... Son bastante más cortas. Así me nace.
      El Blog no deja de ser lo que es, el estilo habré de mejorarlo en mis escritos personales, ahora mismo estoy contento de este tipo de entradas, la verdad. Si me aburren, dejaré de hacerlas, ya se verá.
      En cualquier caso, gracias por los consejos.

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