jueves, 26 de marzo de 2015

El color de la felicidad

   Ha empezado la Semana Santa para los estudiantes; yo ya llevo una semana previa añadida a este descanso conferido por las instituciones estudiantiles a sus jóvenes integrantes. He podido hacer o dejar de hacer varias cosas, no en vano vengo de una época de exámenes complicada en la que me agobié sobremanera; y quizás me he dejado alguna cosa que quería hacer por el camino, pero sin duda, tanto la semana pasada como esta, me he centrado en escribir, acción que, como podrá verse por este sitio, no corresponde con la cadencia de entradas. He centrado mis esfuerzos mayoritariamente en el microrrelato, género que siempre subestimé, pasé por alto y me pareció menor. Considero un error muy grande pasarlo por alto, en primer lugar: es fácil cumplir el objetivo de escribir uno diario, que roce al menos, o pase en excepcionales ocasiones, el rasero autocrítico que considero tener tan desarrollado. Es además una buena forma de introducción a la escritura, "de adquirir capacidad de síntesis" (o más bien una aproximación a la misma), y por qué no, de dar cabida a toda idea menor que le viene a uno a la cabeza cuando escribe, y que por sí misma no daría para un narración mayor que las 4 ó 5 líneas a las que se ve reducido el microrrelato. Y dejando el tono estéticamente literario, decir que es un género de moda, sobre el que se celebran VARIOS certámenes cada mes en España, la mayoría de los cuales, con una condecoración económica generosa para la extensión de estos escritos. Su "facilidad" o más concretamente, el poco tiempo que lleva hacerlos (en nada comparables a los de un relato o una novela) propicia que la cantidad de personas que se presenten sea numerosa, pero: "Hey, no por eso voy a dejar de presentarme".


   Por lo que sí, actualmente estoy presentado a dos de estos concursos, uno de los cuales cuenta con una dotación lo suficientemente importante como para que se presenten el 99% de personas que conozco (el 1% restante serían infantes o ancianos que no se encuentran en dichas facultades) si supieran de su existencia. "¿Tan creído te lo tienes Kuma? ¿Esperas ganar alguno? ¿Acabas de empezar y ya quieres ver dinero?"; decir que, me encuentro en un estado mental en el que la opinión de los demás produce una pronta activación de las glándulas sudoríparas de mis gónadas que consiguen la total pasividad de mi mente. Mi misión principal actualmente es escribir, prácticamente cada día, y leer a diario lo máximo posible, noto que cuanto más lo hago, mejores ideas me vienen a la cabeza y mayor es mi capacidad para la escritura, así que, si me hace feliz, no veo por qué no intentarlo. Lo de presentarme es "por ver si suena la flauta", mi motivación actual no es económica, dentro de dos semanas volveré a una rutina diaria que comprometerá mi tiempo en exceso, pero... Joder, el que no apunta alto, sólo puede ver la mierda que hay pegada al suelo. Por lo que no, es imposible que gane estos concursos, pero la sensación que tengo cada tarde revisándolos, o cada noche al adjuntarlos y facilitar mis datos en el correo... Ese cosquilleo que me sube por la espalda y me enfría las puntas de los dedos antes de pulsar sobre el botón de "Enviar" del correo en el que vuela mi microrrelato, son unos sentimientos bonitos y sinceros. Desconozco cual es el verdadero color de la felicidad en general, pero al menos estos días, estoy seguro de que para mí es el negro. Sin lugar a dudas el negro sobre el blanco. Ya sea de las letras que tecleo sobre el documento de texto vacío, o las que leo de un libro. Al final del día, todo se me reduce a letras sobre papel. Las que haya escrito, o las que haya leído. Cuanto mayor sea el número, más productivo habrá sido el día.


   Han abierto una nueva biblioteca muy cerca de mi casa que además funciona con otro carnet de biblioteca (tengo multa en las de la Comunidad de Madrid hasta Agosto, por devoluciones tardías); por lo que vuelvo a sacar libros y relego el e-book a un segundo plano. Estoy tranquilo, leo, escribo, doy una vuelta, quedo con alguien. Me he empezado "Californication" en el mejor momento en el que podría haberlo hecho, y cada día disfruto más esta rutina. Ojalá pudiera alargar esta situación durante algo más de tiempo. Desde luego que ser escritor de éxito y poder vivir de ello, debe ser una pasada. No me molestaría lo más mínimo. En absoluto, vaya.

2 comentarios:

  1. Te felicito por hecharle un buen par y presentarte sin miedo a los concursos de microrelatos.
    Primero que alguno ganaras o estaras entre los seleccionados si hacen antologias de las mejores.
    Escribiendo todo los dias un microrelato, veras fluir historias en tu mente, que pueden hacer nacer una historia mayor.
    Por cierto, se que os debo acabar mis relatos y sus continuaciones. Cuando reanude, te pasare el borrador completo, con hunter me lo pensare que es capaz de volverse en una Ana Rosa Quintana, jajajajaja....!!!!.
    La verdad me alegra ver tu avance, incluso podrias poner algun microrelato que no presentes a concurso aquí.

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    1. Sí, la verdad es que hice bien en presentarme, la intención es seguir haciéndolo hasta que tenga suerte, o hasta que mejore lo suficiente xD
      Ya iré comentando con detalle "mis progresos", que cada vez el Blog es más personal... Aunque tengo intención de retomar "las críticas" a películas y demás.
      Cuando tengas algún escrito más, mándamelo y le echo un vistazo.

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