Parece estar cada vez más de moda el tema del cáncer en todos los
medios, no en vano es un tema en boca de todos (quien no teme ser aplacado por
esta dolencia, al fin y al cabo), en el cine de los últimos años se han ido
dando varios casos, uno de sus mayores exponentes podría ser “Bajo la misma
estrella” del ya pasado 2014, que jugaba mucho con la emotividad del
espectador, llegando incluso a hacerle pasar un mal rato, pues la cosa “se iba
de madre” y buscaba la lágrima fácil (cosa que conseguía de sobra, pero de
forma muy artificial). Hubo un ejemplo mejor en el cine de hace unos pocos
años, y esa es “50/50” protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, en la que
tenemos la historia de Adam, un joven sano que sale a correr regularmente y que
empieza a notar una dolorosa molestia en la espalda; una vez decidido a ir al
médico acaban diagnosticándole un cáncer, y es aquí donde la película se aleja
del resto de producciones tan directamente sensibleras: El protagonista. Gordon-Levitt
interpreta a un chico optimista, tranquilo y que lleva un estilo de vida
saludable que no tiene intención de cambiar; y tampoco queda esto forzado, pues
no es la intención de la película la de mostrar cómo afrontar el cáncer con
entereza, sino simplemente la lucha que lleva a cabo el personaje.
La relación terapeuta-paciente está algo forzada, pero sigue convenciendo. |
La evolución del personaje: según va complicándose su situación aprende
a ver lo más importante de la vida, a quedarse con la gente más cercana a la
que realmente importa y a tomar decisiones que tenía claras, pero que no se
atrevía a realizar. La combinación entre drama y comedia está muy bien
conseguida, la elección del actor Seth Rogen como mejor amigo le da un tinte de
comedia ácida al conjunto que no recae en el chiste fácil, sino que expresa un
ambiente “de colegueo” muy interesante (no se me ocurre mejor actor actual que
este para tal fin). El film sorprende y emociona a partes iguales, sin dejar de
ser cine americano comercial, pero del que queda rozando la delgada línea del
cine independiente, con un guión inteligente que no trata al espectador como un
idiota. Además, la banda sonora cumple de forma muy satisfactoria y la película
cuenta con un buen número de buenas escenas para el recuerdo.
Las escenas familiares se llevan GRAN parte de lo dramático del film. |
En definitiva, un film con personalidad que pasó un poco desapercibido,
sabe aunar lo mejor del drama y de la comedia, y pese a no ser un peliculón de
obligado visionado, sabrá mantener al espectador atento, sorprendiéndole con
algún buen chiste y la sensación de una emotividad más pura e inocente que la del
resto de películas del género. Hace mucho tiempo que no lo hago, pero de
ponerle nota numérica, esta sería sin lugar a dudas, un siete, de esas
películas que gustan y que puedes llegar a ver otra vez, que pasarás
desapercibida en tus recuerdos y que olvidarás hasta que alguien la mencione y
estalle algo dentro de ti. Dale una oportunidad, más o menos, pero te gustará.
correctamente emotiva? últimamente ves muchas de estas, deberías poner sistema de puntuación en lagrimas XD. Los actores me molan, y aunque la historia parece bastante rollo-típica, igual le echo un ojo. Seth Rogen es un actor que me mola, y nunca he sabido porque, porque es malo de cojones el mamón XD.
ResponderEliminarSí, la verdad es que últimamente comento muchas películas de nenaza, a ver si saco algo de tiempo y comento más cosillas de acción :D
EliminarSi quieres ver una peli buena sobre el cancer y emotiva correctamente te recomiendo la de morgan freeman y jack nicholson, se llama ahora o nunca. Tiene unos añitos pero es buena.
ResponderEliminarTengo pendiente esa película desde hace ya tiempo, pero ando algo cansado de las películas de esta temática, me daré un respiro largo antes de verla.
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