Confessions: Venganza a la japonesa

   Son muchas las películas que giran en torno a la venganza de un padre por su hijo, pero esta "Confessions" parece ir un paso más allá, utilizando ese giro de rosca extra que son capaces de hacer los japoneses con sus películas (unas veces mejor que otras) cuando quieren. La historia que nos cuenta es enrevesada ya de primeras y consigue aumentar en complejidad cada 10 minutos, consiguiendo que el espectador se encoja en su silla. ¿Argumento? Tenemos a una profesora que está en su último día de clase, dando un discurso antes de irse en el que les desea suerte a sus alumnos de 13 años, mientras estos se tiran cosas y pasan un poco de ella, el momento tenso llega cuando la profesora dice que su hija de 4 años fue asesinada por dos de los estudiantes de esa clase, que están sentados en el aula en ese preciso momento. A partir de ese instante la película despega, quizás un poco despacio, como le gusta a los asiáticos, para hacernos partícipes de una historia de venganza que le eriza los pelos a uno de tan sólo pensarla. La intención de la profesora es conseguir que los dos estudiantes lo pasen mal por lo que hicieron, no pretende matarles, sino aumentar el peso de sus acciones sobre sus hombros... ¡Y vaya si lo consigue! Hacía ya algo de tiempo que no veía una película nipona (por las que siento debilidad), y sin duda esta ha sido una de las mejores que he visto en mucho tiempo, se la recomiendo encarecidamente a cualquiera, pues es en desarrollo mucho menos oriental que otras películas, el europeo medio podrá disfrutarla sin problemas.

   Hablando de aspectos más técnicos decir que la banda sonora cumple bastante bien acompañando al film, la utilización de determinados temas como "Last Flowers" de Radiohead consigue que la película sea más cercana a espectadores no asiáticos, creo que esta película, a sabiendas de lo buena que iba a ser y lo bien que podría extenderse por el resto de continentes, acertó eligiendo la banda sonora, de forma que fuera más cercana al espectador no oriental. Cuenta también con temas japoneses, que en cualquier caso, parecen sonar "más de fondo", más escondidos. Hablando de la fotografía de la película, decir que es preciosa, pero que hacia el final del film, puede llegar a cansar un poco... Tiene una especie de tono videoclipero que me hace acordar a las fotos que se pasan por 15 filtros antes de ser subidas a Instagram o demás redes sociales, tiene por momentos una imagen que hace del conjunto algo irreal, más cercano a los sueños. Hablando de edición, el director abusa mucho de la cámara lenta, en un principio consigue con ello efectos bastante curiosos, pero por momentos parece lastrar al film, que puede ir un poco a tirones. Sin querer hacer spoilers, decir que la última escena que se da en las escaleras, con cámara lenta, mucho filtro bonito por encima y momento flashback está muy bien... Pero se me hace sobrecargada, como que sobran la mitad de efectos, aunque reitero que puede ser cosa mía.

   En definitiva, una película que me ha encantado (lo aclaro porque luego de leído el párrafo de arriba, habrá quien piense lo contrario...) y que recomiendo encarecidamente a cualquier persona que tenga ganas de ver una buena película asiática. Probablemente una de esas buenas películas con las que meterse en el mundillo del cine asiático actual, si has visto poco de este... Tienes con esta película una gran oportunidad. Y hablando de venganzas, la de esta película está muy bien... Pero me quedo con "Oldboy", la coreana, por supuesto.