Estamos ante una película directa y certera, barriobajera y urbana. La historia se desarrolla a lo largo de una semana, un conjunto de letras en blanco sobre un fondo negro nos irán informando del cambio de día, dando fin al film en domingo. Nuestro protagonista, Frank, es un camello de poca monta que sueña con hacerse grande, su mano derecha es Tonny, un tío algo inestable con el que se entiende bastante bien. Juntos pretenden hacerse con el negocio de su barrio y expandirse a otras zonas… Puede parecer el típico argumento de las películas de este tipo, y es que… Ciertamente lo es, nos cuenta la historia que ya hemos leído, visto o imaginado en multitud de ocasiones, pero lo hace de una forma distinta. La película se centra en mostrarnos la cara más fea de Copenhague, tal y como hacía “Trainspotting” con el pacífico Edimburgo. Drogas, sexo, peleas, robos, mafia… Los personajes se mueven en un ambiente oscuro y decadente del que son esclavos, y Frank parece tener el plan para salir de ello, pero se topa con la peor semana de su vida, y se tuercen las cosas un poco al principio… Y bastante más en cada uno de los días sucesivos.
Si crees haber tenido una mala semana, puedes verte esta película e intentar sentirte mejor, igual te hace efecto. En cuanto al film en sí, se defiende con entereza, tiene giros y conversaciones entretenidas, suple una mala calidad de fotografía fruto de la falta de fondos con buenos planos e interesantes escenas (mucho ojo a la carrera contra la poli’), y adereza el conjunto con una banda sonora que roza lo electrónico en muchos momentos. El conjunto consigue agobiar al espectador por los sucesos con los que tiene que lidiar el protagonista, que parece tomar las mejores decisiones en su estado… Pero que no por ello deja de hundirse en la mierda. El gran pero que le pondría a la película y que para mi gusto le hace perder enteros es el final, que queda abierto y en el completo limbo. Es cierto que existen otras dos películas, pues forma parte de una trilogía, pero quien la vea se dará cuenta de que queda totalmente a la mente del espectador unir las piezas de la forma que vea más oportuna, por lo que temo las secuelas, que me acabaré viendo de todas formas.
En definitiva, una película entretenida que se deja ver y que le aumenta a uno “su currículo cinéfilo”, pero que en líneas generales, no inventa nada nuevo. Para mi gusto se queda a medio camino de lo que pretendía ser, pues supone una dura sacudida al espectador que no termina de entender del todo bien a qué venía esta. Tú le tiendes confidencialmente la mano a “Pusher”, y la película te sacude el brazo como haría un gorila. Te desconcierta la sensación, no entiendes a qué viene y el animal no va a explicarte el por qué. Ahí se queda “Pusher”.
No he visto esta trilogía y pretendo hacerlo, es un director interesante.
ResponderEliminar"Drive" me pareció muy buena y "only gods forgive" también, aunque esta ultima parece no haberle gustado a nadie aparte de a mi.
La vere.
Un saludo!
Yo es la segunda película suya que veo, y la verdad es que me gustó, tengo intención de seguir viendo películas suyas, ya las iré comentando, aunque me gustaría que te vieras "Valhalla Rising" para saber qué opinión te merece.
EliminarSaludos ;)