Dolor y dinero: No pain, no gain

   Lo último de Michael Bay, director que perdió el Norte al embarcarse en las adaptaciones de los gigantes metálicos que “lo están petando en el cine”, entre sus títulos o apodos se cuentan: “el director de Transformers”, “Michael Explosiones Bay”, “Entre teta y teta… Explosión al canto” y “Yo antes hacía correcto cine de acción… Ahora me limito a que mi hijo elija lo que dirijo” (y eso que no tiene hijo). Hace ya tiempo que la trayectoria de este hombre como director de cine pasó a importarme lo mismo que el afán de expansión agrícola del lichi malayo, o sea, nada de nada. Pero como asiduo a los hierros, no podía dejar de ver esta apuesta arriesgada, basada en… ¿Una historia real?

   Expectativas nulas: Director al que perdí la confianza, temática muy justita, demasiadas películas de robots gigantes consecutivas, dos horazas de metraje… El panorama no era el más indicado, pero algo en mi fuero interno esperaba toparse con el director que consiguió que me tragara más de tres y cuatro veces películas como “Armageddon” o “Dos policías rebeldes”, joder, pero si hasta “cantaba”/chapurreaba el “Bad Boys, Bad Boys, what you gonna do, what you gonna do, when we come for you…”. ¿Cuál fue el resultado final? Una inteligente película de acción protagonizada por un conjunto de capullos que de hilarantes que resultan, es complicado creerse la veracidad de los mismos. Tenemos a tres tíos obsesionados con el culto al cuerpo que creen merecerse algo más que el resto, porque se han modelado a sí mismos, y eso les hace merecedores de grandes logros. El espectáculo que tiene delante el espectador es… ¡Caóticamente divertido! Situaciones inverosímiles que de patéticas hacen gracia, y siempre respaldadas por el hecho de que los acontecimientos narrados en la película… ¡Están basados en hechos reales! Cuesta decidir si es más lamentable la veracidad de los hechos (la realidad supera a la ficción en este caso), o el que fueran capaces de llegar tan lejos con el robo, siendo capaces como son de tomar las peores decisiones posibles.

¡Toma derrape!

   En definitiva, película de acción que me hace recuperar la confianza en un director que creía muerto, sin duda, estaré atento a futuros trabajos de Bay, más allá de los amasijos de metal que le encanta animar “últimamente”. No lo consideraría un film imprescindible, salvo que se tenga especial interés en una película de esta temática, pero este film ha hecho que al menos yo recupere la confianza en Bay, quien con esta película, descuelga la bandera americana del poste más alto, para limpiarse el culo con ella. Si la ves y no te convence, puede que lo estés haciendo con más pretensiones de las que deberías, pero qué sé yo… Yo sólo sé... Que creo en el fitness.

¡Film veraniego! Poco apropiado para estas fechas...