Rompenieves: Hamburguesa agridulce de paté

   Curiosa coproducción coreano-estadounidense basada en una novela gráfica del panorama francés de hace más de 30 años, "¿pero qué cojones?" es lo primero que pensé al toparme con esta película (que me recomendó el AgenteCooper por medio de un comentario en el Blog). ¿A qué viene lo de "Rompenieves"? "Snowpiercer" (en original), es un tren que recorre un circuito de vías que atraviesan todo el globo, día tras día, año tras año, no para en ningún solo momento y compone un ecosistema interior en sí mismo. Lo que queda de población se encuentra en este artefacto con tintes divinos cuyo maquinista es el creador, y en cuyo vagón de cola reside lo más bajo de la sociedad, que se alimenta de una gelatina negra proteica de "dudosa" procedencia. Olvidaba deciros que fuera del tren la temperatura media es la de "más-frío-que-pedo-de-heladera", una especie de glaciación creada por el ser humano tras intentar solucionar el tema del calentamiento global.

   En la película vemos la típica crítica a las distintas clases sociales, teniendo a los pobres puteados en un vagón mugriento mientras los ricos tienen fiestas y viven como si no hubiera pasado nada. El ambiente que envuelve a la película, su desenlace, y algún que otro punto me obliga a pensar en "Bioshock" y sonreír de medio lado; las actuaciones son bastante buenas, pero el desarrollo de los personajes es más pobre que la alimentación de un vegano, no entendemos la mitad de las subtramas entre estos y las que nos explican... Son bastante estúpidas. Tenemos a uno de los actores de "Skins" haciendo de asesino frío y despiadado que tiene menos guión que el actor de Hodor en un capítulo de "Juego de Tronos", a un viejo hecho de remiendos que es enemigo acérrimo del creador del tren (buena suerte tratando de entender bien por qué), el lame-culos hiperactivo del protagonista que me ponía bastante nervioso... Y bueno, tenemos también un yonki coreano con cara de dormido que abre puertas juntando cables eléctricos, de red y de sonido (ni MacGiver, oiga). Más allá de eso la película es muy pasillera, y lo digo sin coñas, pues la trama avanza con el protagonista, según este va atravesando vagones, a cada cual más estúpido y creo que este es uno de los grandes problemas de la película... Se toma tan en serio a sí misma que intenta hacernos ver que el ecosistema del tren es perfecto, que tienen sus propios peces, su discoteca, peluquería... Me faltó ver la granja y los cuartos de baño, es decir, quedan muy bien los vagones temáticos, pero ya puestos... Se echan en falta la representación de muchas de las necesidades básicas.

El cómic, mucho más realista nos habla de un tren inmenso en el que vive muchas más gente.

   Debo decir, y esto probablemente siente mal que... Se nota mucho el toque asático del film, y se nota para mal. Ojo, que aquí servidor gusta mucho del cine asiático, pero son famosos por sus excentricidades, de las que hacen buena gala en el film. Desangrar a un pescado con un hacha antes de un combate, luchar en un vagón a oscuras y con gafas de visión nocturna... El tema de la creación de la gelatina que comen. No sé, hay algunas cosas que le dan un toque muy "locura asiática" al film, que para mi gusto, sobran un poco.

   En definitiva, película de ciencia ficción con una propuesta interesante que no termino de creerme y que al menos a mi forma de ver, queda un poco desaprovechada, eso sí, que no se me malinterprete, disfruté de la película y la recomiendo como buena mezcla de acción y ciencia ficción para pasar la tarde, pues dura un par de horas, que eso sí, son interesantes, así que espero que le deis una oportunidad.