Charlie Kaufman: Gafapasteo al extremo

Mirad qué perfil de puto amo que se gasta el mamón.

   Si hay un guionista sobrevalorado del panorama más actual, al menos, en mi humilde opinión, ese sin duda es Charlie Kaufman. Adorado como un Dios que ha traído un gran soplo de aire fresco al panorama fílmico actual por “los entendidos” del medio, podéis leer críticas sobre películas suyas que ponen a estas por las nubes. Es cierto que tiene un estilo propio, sabe delinear personajes de forma muy satisfactoria y nos cuenta historias típicas de forma muy diferente, es capaz de llegar más allá y hacernos partícipes de la realidad de los personajes, me gusta lo bien que consigue mostrar lo que es el amor en pareja, o lo bien que consigue transmitir la soledad. Pero si de algo me he dado cuenta es de que… Le encanta complicarse, y me explico: En sus películas las cosas van bien, prometen al principio, pero se centra tanto en contar las cosas de una forma que no se haya hecho antes, que el argumento se acaba desdibujando y pierde fuerza por momentos, esto puede notarse en los decepcionantes finales que se marca.

   De este hombre me he visto “El Ladrón de Orquídeas” y “¡Olvídate de mí!”, ambas bastante insufribles, especialmente la segunda, que consiguiendo emular PERFECTAMENTE lo que supone una relación de pareja, con sus subidas y sus bajadas, acaba complicándose tanto sobre sí misma que se alarga de forma innecesaria y se lía a ojos vista, consiguiendo que uno pierda todo el interés. En “El Ladrón de Orquídeas” retrata la soledad como un maestro, pero la película pierde fuerza poco después de haber conseguido esto… Consigo mismo de protagonista (y dejándose bastante mal, pues nos da una imagen terriblemente lamentable de él, diría que incluso penosa) no deja de dar vueltas en torno a una idea que es floja e insulsa, y que él mismo de una forma poética reconoce como tal. El final del film, con un “deus ex machina” con voz en off es lamentable, tiene que salvarse la película por sí mismo, utilizando una especie de enfoque en segunda persona que remarca el hecho de que este hombre quiera desmarcarse del resto de películas, parece querer saltarse lo delimitado como “normal”. Lo que no sabe es que acaba cayendo en el saco de la pretenciosidad.

Te espera una lenta muerte agónica viendo sus películas...

   Acabando ya con el tema… Este hombre está en boca de todo “cultureta”, gafapasta y entendido de cine en general, no hagáis caso de lo que puedan deciros estos oscuros seres, sus películas son innecesariamente complicadas, aburridas y MUY pretenciosas. Para ejemplo un apunte: “¡Olvídate de mi!” ocupa el puesto 84 como mejor película de la historia según IMDb, por delante de películas como “El Golpe”, “Lock and Stock” o “Trainspotting”, y para mi, es sinceramente un despropósito que no debería tener cabida en la lista de 100 mejores películas, aunque tampoco en la de 200 ó 500.

Resumiendo: Metalenguaje barato, perfecto para los entiendidos de cine de ahora. No veas películas de este hombre, son realmente aburridas. Si quieres impresionar a “entendidos” y visitas, di que te gustan sus películas por la complejidad sentimental que demuestra en las relaciones de los personajes, así como por el soplo de aire fresco que suponen sus películas, que tanto distan del panorama refrito del cine "hollywoodiense" actual. De nada, felices coitos cinéfilos a mi costa. Me debes una.