Sin noticias de Gurb: Demasiado simple

   Considerada por muchos como la mejor comedia escrita en castellano de las últimas décadas, además de libro de referente en muchos centros docentes, donde es de obligada lectura. La novela (de escasas 140 páginas) publicada por entregas durante un mes en el periódico “El País” nos cuenta la historia de dos marcianos, uno de los cuales sale en busca de su compañero, que sube en el coche de un desconocido. La miga de la historia no es realmente el argumento, que no es más que una excusa para mostrarnos la visión que tendría un extraterrestre de nuestras costumbres. En un tono satírico y utilizando bastante la ironía, Eduardo Mendoza (autor de la obra) nos presenta una Barcelona preolímpica en la que nuestro simpático marciano vivirá aventuras que nos irá narrando en capítulos cortos (cada uno supone un día en la Tierra), formados por pequeñas entradas de diario en las que marcando la hora exacta nos explicará en unas pocas líneas lo que le sucede.

   Su fórmula hace del conjunto un libro de MUY fácil lectura, es probablemente la novela más ágil y fácil de leer con la que me he topado (y además, de largo), lo que imagino que habrá supuesto gran parte del impacto que tiene, pues no me lo explico de otra forma… Como lectura veraniega con la que desconectar, funciona, reirás con alguno de sus pasajes, y sufrirás otros en los que el humor inteligente es intercambiado por situaciones estúpidas que te harán mirar a otro lado. Hacia su último tramo pierde un poco su sentido y en detrimento de buscar la sonrisa del lector se intentará ir puliendo el sentido de la trama hacia las últimas páginas, lo que aburrirá a más de uno. Cerrando, decir que es una novela que puedes leer del tirón una tarde de aburrimiento, y logrará con mucho evadirte de las cosas, pero cierto es también que te dejará con una gran sensación de vacío, pensarás que has leído algo demasiado simple, y que, más allá de las risas que hayas podido echar (en mi caso fueron muchas menos de las esperadas), has leído aire. Sinceramente, no recomiendo su lectura salvo para personas que no leen “ni a tiros”, puede ser una buena forma de empezar en el mundillo. Personalmente veo más interesante puestos a leer cosas cortas, probar suerte con Hesse, Asimov o Kafka.

   Mencionar también que el propio autor no se explica el éxito de la novela, pues lo veía como una historia efímera que sería olvidada a las pocas semanas de terminada su publicación.

Lecturas con las que reír más (comentadas en el Blog):

- "MOI" - Crítica muy ácida, con un humor rebuscado.

- "Trainspotting" - Gamberrada con la que reír y no parar por lo estrambótico de las situaciones.

- "El abuelo que saltó por la ventana y se largó" - Desenfada y entrañable.